Solo conocemos algunas consecuencias del tabaco en la salud. Pero, ¿sabrías decir cómo afecta el tabaco en tu piel? Acelera el proceso de envejecimiento normal de la piel, generando arrugas prematuras y un tono grisáceo en el rostro. Los labios se afinan, las líneas de expresión alrededor de la boca, conocidas como código de barras, se acentúan y se hinchan las bolsas de los ojos…Definitivamente, hay que dejar de fumar.
El pitillo es la mayor fuente exógena de incorporación de radicales libres en nuestro organismo. El daño que produce el tabaquismo en nuestro organismo es irreversible, pero, si tomamos cartas en el asunto y lo dejamos, evitaremos que el deterioro sea peor.
Además de la toxicidad que genera la nicotina, llegando a todos los órganos por medio del torrente sanguíneo, incrementa el envejecimiento prematuro de la piel. El motivo es que ese veneno que inhalamos en cada calada hace que los vasos sanguíneos se estrechen, reduciendo el flujo de oxígeno y los nutrientes a las células de la piel.
Qué efectos tiene el consumo del tabaco en tu piel
Las toxinas del humo del tabaco modifican estructuras moleculares, producen estrés oxidativo, dañan el colágeno y la elastina de nuestra piel, limitando su producción, lo que reduce la firmeza y elasticidad de nuestra dermis, dado que estos elementos ayudan a mantener su estructura y tersura.
La piel de un fumador cicatriza peor que la de un no fumador, porque se reduce la capacidad de la piel para curar heridas, grandes o pequeñas. La deficiencia de oxígeno y nutrientes que produce en el flujo sanguíneo afecta a la cicatrización, aumentando exponencialmente el riesgo de infección de heridas o úlceras.
Los médicos recomiendan dejar de fumar antes de una intervención médica, dado que la cicatrización de heridas o suturas médicas se ve afectada, por la vasoconstricción que se produce. Para compensar la irrigación de oxígeno que falta, los vasocapilares aumentan su malla capilar, lo que produce mayor sangrado y que las suturas médicas se abran antes de tiempo. Como resultado las cicatrices queden más marcadas, gruesas y menos estéticas.
El consumo de tabaco produce arrugas y líneas de expresión
Con la combustión del tabaco se produce calor y humo, que seca y daña la superficie de la dermis. Afecta a los niveles de hidratación, porque el humo disminuye la humedad de la piel. La tez de los fumadores tiende a ser más seca y, por ende, con más tendencia a las arrugas e incluso a la psoriasis.
Sin olvidar que, al inspirar y expulsar el humo del pitillo en cada calada, la constante exposición al calor, fruncir los labios y entrecerrar los ojos de forma repetitiva, aumenta la aparición de arrugas alrededor de la boca y de los ojos, además de que el color de los labios va oscurecimiento.
Las sustancias del tabaco afecta al organismo de manera directa por el contacto del humo con la cavidad nasal, bronquios, pulmón y dermis como consecuencia del paso de sus toxinas, de forma indirecta, altera la oxigenación tisular, la inflamación, la función endocrina y la respuesta inmune.
Además de causar envejecimiento prematuro, los residuos del tabaco en tu piel genera problemas de cicatrización y pigmentación. Fumar afecta negativamente al corazón, los pulmones y la piel, hasta el punto de producir cáncer. Los fumadores tienen más posibilidades de desarrollar enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y cáncer de pulmón.
Lesiones cutáneas que produce la nicotina:
- Puntos negros en los poros de la piel del rostro.
- Comedones: protuberancias pequeñas que producen una textura áspera.
- Envejecimiento prematuro de la piel.
- Caída de cabello: al reducirse el oxígeno y los nutrientes que llegan a los folículos, se produce una mayor pérdida de pelo.
- Lupus eritematoso sistémico: enfermedad en la que el sistema inmunitario del cuerpo ataca al tejido sano por error.
- Daños cutáneos propios de los diabéticos.
- Daños vasculares.
- Uñas amarillas.
Cuidados necesarios para la piel de un fumador:
- La limpieza diaria del rostro con productos suaves e indicados para nuestra piel es fundamental. Con la espuma micelar de Origival Cosmetics eliminaremos restos de maquillaje, células muertas y la suciedad del humo del tabaco, mientras hidratamos la piel.
- Utilizar contorno de ojos por la mañana y por la noche. La piel de esta zona es muy delicada y el tabaco la lleva al límite.
- Aplicar crema hidratante, como la Crema de Día de Origival Cosmetics, todas las mañanas.
- En la rutina de belleza de noche, utilizar crema nutritiva y serum, alternando un día sí y otro no o esperando 15 minutos entre los dos tratamientos, para dejarlo actuar.
- En las pieles grasas es recomendable utilizar un exfoliante una vez a la semana.
- Los rayos UV afectan con más dureza a las pieles de los fumadores. Hay que utilizar protector solar antes de exponerse a la luz solar. Los grandes enemigos de nuestra piel son el sol y el tabaco. La combinación de ambas hace que nuestra dermis envejezca a pasos agigantados, por lo que hay que poner remedio dejando de fumar y utilizando crema protectora siempre que vayamos a exponernos al sol.
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