Tendemos a pensar que, cuanta más alto es el porcentaje de los ingredientes activos que conforman una emulsión cosmética, mejorarán exponencialmente los beneficios de la fórmula, pero son más factores los que hacen que un tratamiento de belleza sea excelente. La variedad y cantidad de principios activos deben ser los indicados para cada tipo de piel y en este post te explicamos por qué no siempre con los principios activos, más es mejor.
Hay que buscar tratamientos de belleza de alta gama, con ingredientes activos indicados para cada tipo de piel. La cosmética bien utilizada ralentiza el envejecimiento cutáneo, conservando su elasticidad. Pero, ¿sabemos realmente qué principios activos elegir?
Lo primero es tener claro los principios activos que necesita tu piel, sin olvidar el orden de aplicación de los productos. En teoría, debería ser limpiador + sérum + crema hidratante + protector solar, pero, como siempre, en la práctica surgen variables que nos podrían hacer desperdiciar tratamientos.
La directora de Cosmeceutical Center, Inmaculada Canterla, licenciada en farmacia y especialista en dermocosmética afirma que “El orden dependerá de qué tipos de productos y principios activos vayamos a usar, así como, de la especificidad requerida por el paciente en el tratamiento. Dicho de otra manera, entre dos sérum en base acuosa, uno para firmeza, y otro para hidratación, habría que aplicar primero el de base acuosa, ya que el graso forma una película que dificulta la absorción del otro”.
Hay que diferenciar los efectos y los pesos moleculares de cada principio activo, porque hay componentes que estimulan a la absorción del resto y hay otros más grandes que, pueden taponar el poro, impidiendo la absorción de los tratamientos que se apliquen posteriormente.
Por ejemplo, el retinol gracias a su ligero peso molecular es capaz de penetrar en la dermis y estimular la síntesis de colágeno y elastina, en cambio un factor de crecimiento como el aceite esencial de bakuchiol, tiene elevado peso molecular, aunque curiosamente suele usarse en primer lugar porque induce una respuesta en la dermis mediada por fibroblastos.
Más no siempre es mejor
La concentración y presentación del principio activo, que no suele ir indicada en el packing, completarán la información para saber si verdaderamente una emulsión es efectiva 100%. Entonces, ¿por qué hay cremas más efectivas que otras?
Obviamente los laboratorios se las ingenian para mejorar la efectividad de los cosméticos dentro de los máximos que marca la ley. Antonio Campo, director de la clínica dermatológica Campo-Optimage, explica que “la concentración máxima de cada ingrediente en un cosmético no depende del presupuesto del comprador, sino que viene regulada por las normas de la Unión Europea. Siempre será la dosis máxima en la que en las pruebas del laboratorio no se han encontrado reacciones adversas en ningún sujeto. Lo que en la práctica supone que, aunque se podría aumentar la cantidad de este ingrediente, no se hará para tener la certeza de que el producto que llega al mercado es 100% seguro para el 100% de los usuarios.
En cambio, cuando el tratamiento médico estético lo realiza un facultativo, este puede utilizar mayores dosis de ingredientes según el tipo de piel de cada paciente y dentro de la legalidad, como sucede en los peelings”.
Grandes concentraciones de principios activos pueden irritar la piel sensible
En el mercado de la cosmética puedes encontrar productos con vitamina C entre el 8 y el 20%. El 8% es el porcentaje mínimo recomendable para que haga efecto y si se supera el 20%, no se obtienen mejores resultados y se corre el riesgo de que irrite la piel. Pero la efectividad de un activo no es directamente proporcional a su nivel de inclusión en una fórmula, porque son muchos los factores determinantes.
Inmaculada Canterla afirma “No es lo mismo un producto de vitamina C en forma de éster, en base oleosa y con una concentración del 15% que un ácido ascórbico al 1%. El primero está en la base adecuada para su correcta penetración y transporte, con una estructura química muy estable y activa, en una concentración elevada, por lo que será muy eficaz con muy poca cantidad aplicada. Por el contrario, el segundo tiene vitamina C, sí, pero en forma de ácido ascórbico que es muy degradable porque se oxida muy rápidamente y está en una concentración muy baja, por lo que por mucho que se aplique nunca llegará a realizar sus funciones”
Es decir, el ácido ascórbico, que es vitamina C pura, se supone que sería más eficaz, pero como es más inestable, necesita formularse en un medio ácido para que se absorba de una manera adecuada. Además, si no se tiene cuidado al aplicar el ácido ascórbico puede irritar la piel, por lo que es mejor, si no se es un facultativo experimentado, utilizar los tratamientos que hay en el mercado indicados para los distintos tipos de piel.
De nada sirve añadir una alta concentración de vitamina C, si no se estabiliza de una manera correcta y se tiene cuidado hasta con el envase que lo guarda, que debe estar herméticamente cerrado, preferiblemente en un recipiente de cristal, porque es mejor aislante que el plástico.
Para la piel sensible es mejor aplicar derivados de la vitamina C en crema en vez de sérum
Como no podemos tener un master en principios activos, lo fundamental es hacer una valoración previa de la piel, para ver cuáles deberíamos utilizar y luego buscar en el mercado los que más se ajusten a nuestras necesidades por tipo de piel, edad, etc.
Los tratamientos de belleza de Origival Cosmetics están formulados con la cantidad de principios activos recomendables para obtener resultados espectaculares, indicados para todo tipo de piel, según la normativa de la UE.
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